Hacía mucho que no leía una novela de ciencia ficción de las denominadas «duras», es decir de las que no dejan mucho espacio a la fantasía o relatos en los que hay tecnologías o situaciones que la ciencia no lo vería con buenos ojos.
Ejem, mi Colono no puede entrar en esa categoría de ciencia ficción dura porque no lo es ni por asomo. Pero ojo, que una novela no sea 100% «aprobada» por la ciencia no le resta valor. ¿O acaso no veis las películas de Star Wars porque científicamente son muy cuestionables?
Hay de todo, y si leemos novelas de ciencia ficción dura, sobre todo quien no esté acostumbrado, se suele meter muchas veces en sesudas elucubraciones del autor tratando de justificar, o explicar, el por qué esa nave que ha puesto tiene un motor de iones o por qué tal y tal cosa.
Yo me he perdido en algunos textos de este tipo, en el que parece que el autor está más preocupado en relatarnos todo lo que sabe sobre un tema, que en llevar la novela a buen puerto sin que se muera nadie por el camino del aburrimiento.
Reseña de «La Misión Encélado»
Pero no os preocupéis, porque la novela que reseño hoy, a pesar (o gracias a) de entrar dentro de la CiFi dura, es una novela realmente entretenida. ¿Cómo ha hecho este autor alemán (Matthias Matting) pero con seudónimo inglés (Brandon Q. Morris) mantener el interés sin largarnos las tan temidas parrafadas científicas?
Luego os lo digo.
La acción nos sitúa en un futuro próximo, en 2031, cuando una sonda descubre rastros de posible vida en la luna de Saturno llamada Encélado.
La Humanidad se muestra muy interesada en mandar a alguien para que descubra si esto es así y cómo es esa vida. Se entiende que será microbiana, pero nunca se sabe.
Los países más ricos son los que aportan la pasta para mandar a seis astronautas a bordo de una nave hecha ex profeso para la misión.
Al contrario que en las naves de ciencia ficción blanda o fantasía, aquí la gravedad se consigue sólo en un pequeño disco que gira y que contiene las habitaciones de los astronautas. El resto de la nave en gravedad cero. Veis, eso son cosas que hacen de esta novela sea más creíble (si es lo que buscas, claro, que, insisto que la ciencia ficción fantasiosa también se disfruta de lo lindo).
Se me ha olvidado indicar que «Misión Encélado» es la primera de una serie de cinco novelas llamada «Luna Helada». Como esta novela, ya os lo adelanto, me ha gustado mucho, seguiré con las siguientes. Aunque si habéis leído mi reseña de «The Witcher«, que una novela de una serie me guste no quiere decir que al final me lea todos los libros.
Vamos partido a partido ;) Si me leo toda la serie al final haré otra entrada con mis conclusiones, porque es verdad que esta de Encélado termina de una forma muy abierta.
Bueno, los astronautas son de lo más variopinto. Tenemos al médico de a bordo, un ruso llamado Marchenko, que en esta ocasión es un cliché de lo más manido sobre los rusos. Ya sabéis: corpulento, algo rudo, bebedor olímpico,… y que además tendrá algo más que una buena relación con Francesca, la italiana también muy de cliché de mujer del sur de Europa: apasionada, melena indomable,… Luego tenemos a la americana Amy, que es la comandante de la expedición que también tendrá una muy buena relación con Hayato, un japonés también muy cliché: callado, sonriente y formal. Y la última pareja es la bióloga china Jiaying: muy seria y profesional y por último pero no menos importante, el protagonista de la novela: el mitad americano y mitad alemán Martin.
Martin es un cerebrito de la computación que no tenía muchas ganas de ir al espacio pero que al final tiene que ir porque es de los pocos que puede arreglar los problemas que puedan surgir en la misión de carácter técnico, sobre todo de la perforadora llamada Valkyrie, un artefacto capaz de horadar la superficie de hielo de Encélado con un rayo láser, para poder acceder al supuesto mar interior líquido, lugar donde se supone que ha surgido algún tipo de vida, seguramente microbiana.
La novela consta de dos partes: La primera relata el entrenamiento al que se ven sometidos los astronautas y el posterior despegue y trayecto a su destino en el satélite de Saturno. La segunda parte discurre íntegramente en la luna helada de Encélado.
Habrá problemas técnicos y personales que la tripulación tendrá que solventar sí o sí, ya que están a un año de la tierra y no hay forma de que vengan a ayudarlos. Quizás la parte del trayecto a mí es la que más me ha gustado, el cómo se organizan y cómo pasan el tiempo de espera.
En esta novela los personajes quedan un poco planos, quizá demasiado encasillados en sus estereotipos nacionales tal y como he indicado, pero el personaje de Martin, que es el que tiene más enjundia, es sin duda el más elaborado, aunque tengo que decir que sus pensamientos (la novela no es en primera persona, ojo) a veces se hacen un poco forzados.
Pero vamos, que tener de protagonista a un informático mola :) Ya está bien de tanto «ex agente», «ex marine», «ex cuñado arreglalotodo» con tableta en los abdominales, peinado a cepillo y macho alfa nato que solventa todos los problemas porque a otros no se le había ocurrido nada.
Como decía al pricipio, siempre hay riesgo de que los autores de la cifi dura se pongan a largar sobre el tema que dominan y así parecer que todo se desarrolla según los cánones científicos y muchos se ven obligados a justificar cada paso que se da en la trama con la consecuente explicación.
Aquí el autor se explaya en el tema de Encélado pero lo hace al final de la novela en forma de apéndice, solo como información complementaria pero que podemos no leer puesto que la trama ya acabó y no va a añadir más a ella. Es sólo un complemento con el que indagar un poco más si eres como yo de los que la curiosidad por estos temas reciban estas clases magistrales con entusiasmo.
Pero me ha gustado la idea. En vez de llenar el texto de la novela con aquellas explicaciones, el autor sabiamente ha pensado que habría gente que de le podría atragantar. Muy bien Brandon, apúntate una.
Si os gustó la de «El marciano» os gustará ya que ambas comparten el tono y la misma pulcritud por que la ciencia sea coherente. Pero como pasa en este tipo de novelas, no esperéis demasiado desarrollo de los personajes más allá del protagonista.
Aún así la recomiendo y como he comentado ya leeré la siguiente a ver si sigue con la emoción o hay algún bajonazo.
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