En 2009 me compré un libro de viajes titulado «El río de la luz». No había leído nada de su autor, Javier Reverte (y no, no tiene nada que ver con el otro Reverte más famoso), aunque había oído hablar de sus libros de viajes.
Reconozco que me acerqué a «El río de la luz» con un poco de recelo por lo que podía encontrarme.
Siempre he odiado los libros de viajes en el que el viajero es un «yo» continuo: «yo» estuve en tal sitio y tú no, «yo» conseguí tal cosa, «yo» soy viajero y los demás turistas, «yo» tengo razón y tú no…
Por ejemplo, el insoportable Fernando Sánchez Dragó es el primero que se me viene a la mente, aunque no sé si ha escrito algún libro de viajes, pero sus artículos de viajes son así… Es cansino y repetitivo, además de querer estar siempre por encima de los demás.
En fin, que Javier Reverte no es así, ni de coña. Leyéndolo descubriremos sus vivencias por multitud de lugares pero con otro enfoque distinto al comentado.
En un encuentro digital con el autor, allá por el año 2000. Entre otras perlas, responde a una pregunta:
¿Qué piensa de los nacionalismos?
Pienso que son un atraso mental, una forma de provincianismo que puede convertirse en asesina, como hemos visto en lugares como Bosnia. Yo creo que los hombres no se diferencian ni por la sangre, el color de la piel o los apellidos. Se diferencian por su bondad o maldad y por su inteligencia o estulticia.
Eso resume perfectamente lo que yo pienso del tema. Yo no lo hubiera expresado mejor y me confirma que Javier Reverte ve la vida de manera muy parecida a cómo la veo yo. Quizás por eso me gustan tanto sus libros.
No se mete con el que viaja haciendo un turismo más convencional. De hecho lo entiende y lo acepta. Alguna vez él también ha ido de turista.
El autor no va de «Indiana Jones» ni pretende ponerse en un plano superior respecto al lector. Lo hace desde la humildad y el comedimiento, con una forma de ver la vida bastante solidaria y sencilla, deleitándonos continuamente con la historia de los lugares por los que va pasando.
Eso hace que leer sus libros sean, además de un placer, una buena fuente de información sobre la historia de los lugares por donde pasa.
Elegí «El río de la luz» porque detallaba un viaje por una zona del mundo que me fascina: Alaska y Canadá. El río Yukon, y tantos otros parajes aún salvajes e indómitos.
Escenario de dos de los libros que más me marcaron de «pequeño» y que aún hoy en día guardo en mi memoria con gran gozo: «Colmillo blanco» y «La llamada de la selva», de Jack London.
Jacier Reverte, fascinado también con el autor norteamericano, va recorriendo el río y narrando las historias que corren en paralelo a su cauce, como la fiebre del oro, una época en la que los hombres dieron la vida y su espíritu por conseguir unas onzas del preciado metal y que supuso para la mayoría un sin fin de fiascos y penalidades.
En este libro sufriremos con los avatares de tantos miles de personas que rieron y lloraron a las orillas del portentoso río. Javier Reverte, siempre muy bien documentado, no se pierde entre tantas historias y las intercala con sus propias vivencias, igual de interesantes.
Es un libro optimista, alegre y aventurero, que está en clara contraposición con su otro libro titulado «El río de la desolación», un viaje por el Amazonas que es sombrío, melancólico y que a punto estuvo de costarle la vida o la salud al autor cuando contrajo la malaria.
Ambos libros deben leerse porque se complementan perfectamente, a pesar de que casi son antagónicos.
Después de ese primer acercamiento quise seguir leyendo más de este autor y fue cuando descubrí las otras joyas africanas: «El sueño de África. En busca de los mitos blancos del continente negro», «Vagabundo en África» y «Los caminos perdidos de África».
Así descubrí un continente que reconozco que nunca me atrajo, por puro desconocimiento, y que después de leer a Javier Reverte, al menos ha conseguido que empiece a comprender un poco mejor el eterno drama del continente negro.
En aquella trilogía africana descubriremos la miseria y la grandeza de un continente con una historia tan fascinante como dramática. Os recomiendo todos ellos porque son apasionantes y amenos.
No hace mucho leí «Corazón de Ulises», sobre un viaje que hizo por Grecia, Turquía y Egipto. Y volví a cogerle el gusto a los clásicos, de los que el autor da un buen repaso en este libro.
El último que he leído del autor es: «En mares salvajes. Un viaje por el Ártico». Si habéis visto la serie «The Terror» este libro os contará la historia real de lo que ocurrió, además de muchas otras relacionadas con aquella parte del mundo.
En definitiva, si queréis sumergiros en libros de viajes con «chicha», muy bien escritos, documentados y tratados, no podéis de dejar de leer a Javier Reverte.
Ah, yo los he leído cuando he ido en tren al trabajo, y así poder darles un marco apropiado ;)
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