El «prime time» en España es una locura

¿Sabes que hubo una época en la que el Telediario empezaba a las ocho y media de la tarde? ¿Y que el «prime time» acababa a las once?

No suelo contar cosas sobre la televisión en España, entre otras cosas porque es un soberano coñazo y salvo alguna cosa apenas la sigo.

Pero el otro día, navegando sin rumbo fijo por esos mares salvajes de la Internet, me topé con esta web en la que relataban el fascinante mundo del TP, el famoso Teleprograma, en concreto el de 1985.

Para quien no lo sepa, el TP era una revistilla donde se detallaba la programación de televisión de las dos únicas cadenas que había por entonces: TVE 1 y TVE 2, amenizado con reportajes sobre las figuras más populares por entonces, sin profundidad alguna pero curioso de leer.

No me gusta nada la mitificación que hay hoy en día por los ochenta. No era todo tan bonito como lo pintan muchos nostálgicos. El tema da para mucho y es posible que toque este tema otro día, pero os diré que, al menos en lo respectivo al horario nocturno televisivo en aquella época, este era más racional que lo que tenemos hoy en día, que son horarios incompatibles con la vida humana.

Me explico.

¿Sabéis que es el «prime time«? Pues es la franja horaria donde las cadenas de televisión tienen sus máximas audiencias y donde las cadenas privadas te meten publicidad hasta en la sopa.

Hoy en día en España el llamado «prime time» va desde las diez de la noche hasta la UNA DE LA MAÑANA.

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Una barbaridad, sobre todo si lo comparamos con otros países de nuestro entorno que debe ser que nunca han pensado en las bondades que reportaría a sus televidentes acostarse a la una de la mañana tras disfrutar de un programa.

Yo cuando tengo sueño me voy a dormir más o menos a la misma hora. No dependo de la programación de la tele para que me diga cuándo tengo que ir a descansar. Yo no funciono así, pero por lo visto hay mucha gente que sí (sólo hay que ver los shares) y entonces surge el problema de que esta gente duerme menos de lo que debería.

Allá ellos. Mirad, yo no escribo esto para dar consejos a nadie de cómo tiene que vivir. Sólo estoy mencionando que hubo un tiempo en que las cosas se hacían de otra manera y que, para mí, era más racional y sano que lo tenemos ahora.

Un viernes cualquiera de 1985

A lo que voy es que, mirando aquella web que os he enlazado anteriormente, me encontré con una imagen que os pongo a continuación. Miradla bien y decidme, en base a lo que os he contado, qué veis de extraño o curioso.

Un ejemplo de programación de Televisión en el Teleprograma de 1985
Un ejemplo de programación de Televisión en el Teleprograma de 1985.

Es del primer canal de TVE, lo que hoy se llama «La Uno» o «La primera», o como porras lo digan ahora.

En aquel año de 1985 tenemos al Telediario a las 8:30 de la tarde (¡Sí, empezaba por la tarde!) y duraba nada más y nada menos que ¡¡MEDIA HORA!!, deporte incluido.

Después (fijaros que es viernes y que era tenido como un día especial en la programación nocturna), TVE 1 atacaba con su artillería pesada y emitía el «Un, dos, tres«, concurso eterno que nos tragábamos desde las 9 de la noche hasta las once menos veinte. Que ya era por entonces.

Concurso "Un, dos, tres"
Concurso «Un, dos, tres». Era lo mejor que había en la televisión por aquel entonces… y lo sabéis. Hoy en día no lo vería ni el tato… ¿o quizás sí?

Tras el concurso venían los programas dirigidos a los noctámbulos. La mayoría de la gente apagaba la tele tras el «Un, dos, tres», o al menos la muchachada dejábamos de verla y nos íbamos a la cama a dormir.

En la actualidad

Ahora el Telediario empieza a las nueve de la noche y acaba a las diez. Una hora entera llena de noticias de política, sucesos, sociedad, promoción interna, publicidad encubierta, deportes y el tiempo.

Bueno, el tiempo es otra historia porque antes duraba apenas tres minutos e iba incluido en el Telediario de media hora. Ahora el Tiempo es un programa aparte, que dura diez o más minutos y que te cuentan, tras numerosas fotitos de los espectadores e imágenes de borrascas en la China y cómo se forman las borrascas o qué es la presión atmosférica, el tiempo de toda España casi al detalle.

Dicen que si ves el Tiempo de «La Uno» nocturno te convalidan primero de Metereología (si es que eso existe).

Este Telediario actual hace especial hincapié en el maravilloso mundo del deporte, y sobre todo el «furbol». Por mi hermano sé que al menos el de TVE hablan de algo más que el deporte de la pelotita, pero que en las privadas es monotemático. Es un culto al balompié que raya en lo ridículo.

El caso es que la información deportiva ha tomado muchísima más importancia de la que, sinceramente, debería. Apenas hay noticias de ciencia o divulgación, pero cuando hay que contar algo de deportes (fútbol más bien) no reparamos en gastos.

Pan y circo. ¿Os suena?

El caso es que, después de las noticias no te ponen el programa estrella, sino un programa que hace las veces de trampolín. Suele durar entre media hora y tres cuartos, con lo cual nos plantamos a las «diez y cuarenta», como dicen en TVE. En el mejor de los casos ese «gran programa» que todos estábamos esperando empieza a las… ¡¡ONCE MENOS DIEZ!!

Es decir, que cuando en 1985 se acababa digamos la programación más rentable, a las 10:40, hoy en día es cuando está terminando el programa que da paso al más rentable de la parrilla.

¡¡TODAVÍA QUEDAN DIEZ MINUTOS PARA QUE EMPIECE EL PUTO PROGRAMA QUE TODOS (y todas) ESTÁBAMOS ESPERANDO!!

En fin, supongo que esta diatriba ni os va ni os viene. Pero me ha resultado curioso al ver esa hoja del TP y lo que ha cambiado la cosa.

Ver tarde la televisión
Aquí uno de los numerosos españoles que se quedan hasta la una de la mañana viendo su programa favorito, a pesar de que al día siguiente tiene que madrugar… ¡viva el riesgo! ¡Gracias televisiones españolas!

Es alucinante cómo nos dirigen y controlan las diferentes televisiones. Cómo han ido moldeando el gusto y los horarios de la gente a lo largo de los años hasta tal punto que volver atrás sería para la mayoría la auténtica aberración y que se vea con absoluta normalidad lo que está pasando.

«Es que es lo que quiere la gente», se excusan siempre los listos de la tele, pero ya sabemos que ha habido épocas en la que esto no pasaba… ¡y el mundo seguía girando!

Pero no pasa nada. Cuando en un par de años tengamos el «prime time» a las once y media de la noche ahí seguirán los españolitos noctámbulos que se levantarán como zombies al día siguiente.

Todo por ver la «estupenda» programación que gozamos merecerá la pena.

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