Hacía tiempo que quería reseñar este libro, puesto que en su día ya lo hice con «Mi casco por almohada» de Robert Leckie. Enseguida entenderéis la relación de estos dos libros.
Eugene Bondurant Sledge fue un marine de los Estados Unidos que luchó en el Pacífico en varias campañas junto a su unidad: la Compañía K del 3º Batallón del 5º Regimiento de la Primera División de Marines, que es la infantería de marina estadounidense.
Estuvo en las batallas de Peleliu y en Okinawa, la última de las campañas estadounidenses antes de la rendición de Japón.
Esta última batalla fue la que casi llevo al límite la cordura de Sledge, apodado Mazo por sus compañeros. Bueno, Mazo es una traducción de la palabra Sledgehammer, que como se ve está formado por el apellido de Eugene y que viene siendo una almádena o un mazo si se quiere.
El caso es que el mote que le pusieron está bien llevado y si habéis visto la serie «El Pacífico» en versión doblada ni os habréis enterado del por qué del apodo.
Y es que fue esa estupenda serie la que relaciona los dos libros que os he comentado al inicio, pues ambos, más la vida del marine John Basilone, fueron la base del argumento de las historias que nos contaron.
¿Por qué no hacerlo de un solo libro como en «Hermanos de sangre»? Pues porque el teatro de operaciones del Pacífico fue enorme y ninguna de las tres vidas militares de aquellos marines que mencionamos abarcaba un periodo tan extenso.
Leckie participaría en las batallas de Cabo Gloucester y Peleliu, además de contarnos sus andanzas en Melbourne. Sledge tomaría el testigo en Peleliu y seguiría hasta Okinawa, y Basilone participaría al principio de los combates, se iría a los Estados Unidos a promocionar bonos de guerra y terminaría yendo a Iwo Jima por voluntad propia.
Como se ve, uno solo no abarcaría más que un corto periodo, aunque intenso, eso sí.
Bien, tras estos prolegómenos para meternos en situación, pasemos a reseñar el libro de Mazo: «Diario de un marine», un libro que ya os digo que esperaba más y que si bien no me arrepiento de haberlo leído, si es verdad que si queréis leer algo más profundo os recomiendo el de su colega Leckie.
Para esta reseña va a ser inevitable que compare el libro con la serie, pues van de la mano y os aviso que la serie le da mil vueltas al libro, aunque tiene truco.
Y este truco es ni más ni menos que coger las mejores partes del libro y recrearlas de forma muy parecida, pero con otros personajes si hacía falta para mayor dramatismo. Luego lo vemos.
Voy a hacer una comparación entre el libro «Diario de un marine», de Eugene Bondurant Sledge, y la serie «The Pacific», que se basa en parte en este libro y en otros testimonios de soldados estadounidenses que participaron en la Guerra del Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial.
El libro es un relato autobiográfico de las experiencias de Sledge, un marine que combatió en las sangrientas batallas de Peleliu y Okinawa.
La serie, producida por HBO, recrea con gran realismo y dramatismo las vivencias de Sledge y otros personajes, como Robert Leckie y John Basilone.
Sin embargo, al comparar el libro y la serie, se aprecian muchas diferencias y licencias creativas que pueden alterar la percepción de los hechos históricos y de los protagonistas.
El libro comienza, al igual que la serie, con nuestro protagonista antes de alistarse voluntario en los Marines. Mazo, su apodo como ya hemos visto, era un tipo más bien enclenque, no muy animoso e introvertido.
Provenía de una familia acomodada el sur, cuyo padre fue un reputado médico que había tratado a excombatientes de la primera guerra mundial y sabía lo que una guerra podía hacer a un ser humano. En la serie el padre está en contra de que su hijo se aliste pero en el libro no se menciona nada de esto.
Mazo participaría en la guerra no como fusilero de primera línea, aunque a veces sí se encontró como tal. Él fue un sirviente de mortero, un arma que disparaba proyectiles desde más atrás de los de primera línea y que con su fuego de obuses daba soporte a aquellos.
Es por eso que su relato, en contra de lo que pueda parecer, es muy valioso porque normalmente el soldado de primera línea no ve más que lo que tiene en frente y sus testimonios sueles ser muy confusos.
Sledge, al estar un paso más atrás, ve prácticamente lo que ven los de primera línea y mucho más. Eso da una visión más amplia de lo que está pasando y los peligros que observa. En ese sentido está muy bien, porque nos da otra perspectiva al manido testimonio del soldado de infantería típico.
Además, gracias a su puesto, Mazo fue de los pocos que sobrevivieron a la guerra de su compañía sin una herida. Algo que él mismo achaca a un milagro, visto lo visto y tras saber que a Okinawa la llamaron la «Picadora de carne».
Desde el punto de vista militar su actuación en un mortero sirvió de mucho a los soldados de primera línea, gracias al fuego demoledor de su arma, que levaban entre dos y cuatro hombres, pero no le hizo merecedor de medallas o menciones más allá del otorgado a la propia unidad de manera general.
La suya fue una actuación anónima pero vital en el campo de batalla, pero él nunca se quejó de ello. Al contrario, siempre mostró un orgullo y admiración sinceros por sus compañeros fusileros y pocas veces menciona que su mortero les salvó más de una vez y que el fuego de estas armas provocaron centenares de bajas al enemigo.
Además, por su puesto menos expuesto, a veces eran elegidos como camilleros para recoger a los heridos del campo de batalla, lo que les convertía en blancos fáciles para los francotiradores japoneses que no respetaban a enfermeros, médicos o camilleros y a los que disparaban cuando tenían ocasión. Más de una vez nuestro protagonista estuvo a punto de morir haciendo este cometido.
Si queréis saber más sobre Sledge os aconsejo esta web, donde vienen multitud de datos interesantes y fotografías del protagonista.
El actor que interpreta a Sledge en la serie, Joseph Mazzello (sí, el crío de Jurassic Park) cumple bien su papel, dándole ese aire dramático continuo y taciturno con esporádicos arrebatos de ira.
Creo que lo hace bien en la serie y no desentona. El otro actor que brilla es Rami Malek, haciendo de Snafu, que como comentaremos a continuación es más destacado en la serie que en el libro. El actor, como digo, hace un gran papel y le da una profundidad al personaje que el libro simplemente no tiene.
Y es que una de las diferencias más notables entre la serie y el libro, es el papel que tiene en la serie el personaje de Snafu, un marine que se hace amigo de Sledge y que le acompaña en sus peripecias. Pongo lo de amigo en cursiva porque si bien son inseparables (normal al ser dos servidores del mismo mortero), siempre hay una cierta incomodidad entre ellos, sobre todo por Mazo, quien en más de una ocasión le reprocha al cabo Snafu su crueldad con los enemigos.
En la serie, Snafu es un personaje muy relevante, que protagoniza muchas escenas dramáticas y que tiene una relación compleja con Sledge como hemos dicho, pasando de ser un rival a un confidente. Sin embargo, en el libro, Snafu apenas aparece mencionado y no se desarrolla su relación con Sledge.
De hecho, muchas de las acciones que hace Snafu en la serie corresponden a otros marines o a Sledge mismo, pero cambiadas de contexto o de forma.
Por ejemplo, en la serie, Snafu le dice a Sledge que no le quite los dientes de oro a un japonés muerto, cuando en el libro fue un sanitario el que se lo dijo, pero en el contexto de la serie parece como que Snafu no quiere que su compañero se vuelva un salvaje como ellos, puesto que Mazo proviene de un entorno privilegiado y se le nota educación al chico.
Otra escena que cambia es la de un grupo de prisioneros japoneses vigilados por norteamericanos, en la uno de estos prisioneros se interpone sin mediar palabra en el camino de Sledge y otros soldados de su unidad que pasaban justo por ese lado, lo que enerva a estos y a punto de está de pasar a mayores cuando aparece el oficial encargado de los prisioneros y le dice a Mazo que no puede maltratar a los prisioneros de guerra y que le va a meter un paquete.
La cosa se soluciona con la aparición de otro oficial, esta vez de la unidad de Sledge y todo queda en nada. Pues en realidad la anécdota le pasó a otro marine que iba justo con Mazo y todas esas amenazas le fueron hechas a este último, quedando Sledge como testigo.
También se inventan el encuentro con la anciana japonesa herida, que en la serie tiene una enorme carga dramática y emotiva. En el libro no solo no ocurre lo del abrazo, sino que el tiro se lo da otro marine.
Vamos, que en la serie le buscaron mucho más protagonismo a Snafu que en el libro.
Otra diferencia es la forma de narrar los horrores de la guerra. La serie es muchísimo más oscura y dura que el libro, que aunque explica que las batallas de Peleliu y Okinawa fueron muy sanguinarias y el campo de batalla de esta última fue aterrador, no lo describe con tanto detalle ni con tanta emoción. O al menos no lo ha sabido transmitir.
Quizás porque el autor no era escritor profesional y se limitaba a relatar los hechos con sencillez y honestidad, sin adornos ni exageraciones. En este sentido, el libro se diferencia del estilo de Leckie, que era periodista y escritor cuando escribió su novela «Mi casco por almohada» y que sabe contar un relato parecido mucho mejor, más literario y más humano.
Sledge simplemente relata una sucesión de acontecimientos con poco espíritu, aunque sin glorificar la guerra ni ocultar sus atrocidades. De hecho, el libro tiene algunas frases muy duras y críticas con la guerra, como esta:
Llevamos a rastras al maltrecho oficial enemigo hasta el borde del emplazamiento del cañón y lo hicimos rodar colina abajo. Repleto de violencia, estupor, sangre, carnicería y sufrimiento, esta era la clase de incidente que debería presenciar todo aquel que se haga alguna falsa ilusión sobre la gloria de la guerra. Fue tan salvaje y brutal como si el enemigo y nosotros fuéramos bárbaros primitivos más que hombres civilizados.
El final del libro también es diferente al de la serie. En el libro, Sledge no habla de su regreso a casa ni de cómo se adaptó a la vida civil. Tampoco habla de sus compañeros salvo vaguedades. No dice ni una palabra ya no solo de Snafu, sino de otros.
En la serie, en cambio, se muestra el reencuentro de Sledge con su familia y se sugiere que le costó superar el trauma de la guerra. Es desconcertante comprobar cómo en la serie se inventaron casi todo de la vida de este marine, y lo que no se inventaron lo tergiversaron.
El libro y la serie son dos obras muy distintas, que ofrecen visiones diferentes de la misma guerra y de los mismos personajes. La serie es muy buena y es muchísimo mejor que el libro desde el punto de vista artístico y emocional, pero no es fiel a la realidad histórica ni al testimonio de Sledge.
La serie se estrenó en 2010, sesenta y cinco años después del final de la guerra, y refleja el punto de vista de una generación que no había vivido la guerra y que tenía una visión más distante y crítica de la misma. El libro, por su parte, es un documento valioso y veraz, pero no es una obra literaria ni pretende serlo.
El libro se publicó por primera vez en 1981, casi cuarenta años después del final de la guerra, y refleja el punto de vista de un veterano que había vivido en primera persona los horrores de la guerra y que había tenido tiempo de asimilarlos y de ponerlos por escrito.
El libro es una obra personal y sincera, que no busca el reconocimiento ni la fama, sino el desahogo y la memoria. Tuvo y tiene una gran legión de seguidores y tuvo en el momento de su publicación gran éxito de ventas y crítica.
Mis críticas hacia él no son para denostarlo en ningún modo, de hecho recomiendo su lectura, y solo aviso de que si alguien espera ver algo parecido a la serie se va a decepcionar. Pero el libro es muy recomendable, ojo.
Creo que lo mejor es disfrutar de ambas obras por separado, sin compararlas ni confundirlas, y sacar nuestras propias conclusiones sobre lo que significó la Guerra del Pacífico y sus consecuencias para los que la vivieron.
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